jueves, 30 de abril de 2015

Las presentaciones

¡Buenos días a todos!

¿Qué tal la semana? ¿Habéis puesto en práctica vuestros saludos y vuestras sonrisas? Seguro que sí, no espero otra cosa de vosotr@s!

Ya que la semana pasada hablamos del saludo, creo que es adecuado comentaros como hay que comportarse a la hora de las presentaciones. Esto, en nuestro día a día, con amigos y familiares no hay que llevarlo a rajatabla, pero os recomiendo que en vuestra vida laboral lo tengáis en cuenta.

La norma es muy sencilla, por lo general “el de menos, será presentado al de más”, es decir, el de menor edad al de mayor o el de menor rango al de mayor, eso si, en igualdad de condiciones el hombre será presentado a la mujer. Unos ejemplos:
o   Si estás en el trabajo hablando con un compañero de departamento que acaba de incorporarse a la empresa (Miguel) y llega otro compañero con más antigüedad (Juan), la norma sería : “Hola Juan!, te voy a presentar a Miguel, desde hace unos días es compañero del departamento”
o   Si estás con “Juan” y llega la directora de la empresa, que Juan no conocía, entonces dirás: “Buenos días Sra Presidenta, permítame que le presente a Juan, compañero de departamento”
o   Y si continúas hablando con Juan y aparece Carmen, compañera del departamento desde hace el mismo tiempo, lo correcto sería: “Hola María! Qué tal? Te presento a Juan”
Presentación de menor a mayor rango.



¿Os ha quedado más claro con estos ejemplos?

Dos cositas más que me gustaría deciros…
1)    Las mujeres, TODAS las mujeres, somos “SEÑORAS” nada de señoritas! Da igual solteras que casadas, SEÑORAS! ¿A qué no utilizáis el término “señorito”? pues el otro tampoco… Ea! Queda dicho!

2)    A la hora de presentar un matrimonio, os recuerdo que en España las mujeres somos entes por nosotras mismas, vamos, que nada de decir “Juan Martínez y su señora” o “los señores Martínez”, sería: “Juan Martínez y Rocío, su esposa” en el caso en el que la amistad más cercana sea con el marido o “Rocío Parra y Juan, su marido” en el caso de que la relación más estrecha sea con ella. Eso sí, si estamos en un ámbito informal, podemos omitir los apellidos.


Ya para terminar, recomendaros que una vez hechas las presentaciones uséis esa frase tan socorrida : “Encantada/o de conocerle” o “Un placer conocerle”, siempre queda bien, correcto y educado. Al igual que, cuando se trate de presentaciones formales, no tuteéis, habladles de usted (el tuteo se reserva para relaciones de confianza o informales).

Pues, de este tema poco más que comentaros, la semana que viene más…

Ya sabéis que podéis preguntarme cualquier duda y, si os interesa algún tema en particular, decídmelo que con gusto lo trataremos en el blog.

¡Hasta luego!


¡Feliz semana a todos!

jueves, 23 de abril de 2015

La importancia del saludo

¡Hola! ¡Buenos días a todos!


En primer lugar, quería daros la bienvenida a este espacio que también es el vuestro. Otro blog más de bodas y eventos, pensaréis, ¡pues no! Los eventos nos encantan, sí, pero ya son muchos los blogs que hablan de preciosos vestidos, de todas las temáticas posibles, de los famosísimos DIY… Con esto no quiero decir que en alguna entrada no me vaya por estos temas, pero siempre que sea una cuestión relacionada con mis intenciones en este blog… Y ¿cuáles son esas intenciones? Hablaros de protocolo o, como prefieren llamarlo algunos, ‘protocolo social’.


El protocolo comprende las buenas maneras, la educación y el cómo comportarse en público. El protocolo social es más flexible de lo que piensan los puristas en esta materia y se adapta perfectamente a cada momento y a cada circunstancia, de ahí aquello de “donde fueras haz lo que vieras”. Aún así, cuando tienes una cita importante, una cena o una boda te preguntas: ¿Cómo debo comportarme? ¿Dónde debo ponerme? ¿Cómo debería usar los cubiertos? ¿Dónde me siento? ¿Cómo tengo que vestirme? ¿Tengo que llevar algún detalle? O, incluso, ¿cuáles son las normas de cortesía en cada instante? Ése es el momento en el que toca enfrentarse al protocolo y, a todos aquellos que tengáis dudas, os ofrezco mi ayuda.

Quizás ya lo sepáis todo, pero seguro que algún post os sorprenderá y pensaréis en aquella vez que...

Hoy, en mi primera entrada, y como no podía ser de otra forma, os hablo de la importancia del saludo, de decir una pequeña palabra mirando a los ojos: “HOLA” y si podéis acompañarla de un “BUENOS DÍAS/TARDES/NOCHES” y una “SONRISA”, por pequeña que sea, ya ni os cuento. No importa si conocemos a la otra persona o no: uno de los mayores signos de educación es El Saludo.

Al entrar a un edificio, despacho, habitación, comercio, en un ascensor, cruzarnos con algún compañero de nuestra empresa (sea grande o pequeña, desde el personal de limpieza hasta el director...). Vamos, siempre que hagamos nuestra aparición en algún sitio donde ya hubiera alguien antes que nosotros (o al contrario, cuando alguien aparezca en el lugar donde ya estábamos nosotros).

Otra cosa es si conocemos a la persona que saludamos o nos la están presentando.

En estos casos el saludo verbal suele ir acompañado de otro físico, ya sea un par de besos en las mejillas o un apretón de manos. En algunos casos, y sólo cuando el nivel de confianza es elevado, el saludo físico podrá ser un abrazo.



Cuando nos presenten a una persona lo primero será el saludo verbal, después, si la ocasión así lo requiere, el saludo físico y, por último, ese gran aliado en las presentaciones: “Encantado” o “Un placer”.
Mención a parte serían los saludos/presentaciones a grandes autoridades como la familia real, pues aquí lo correcto sería un apretón de manos, una ligera inclinación de la cabeza y, las mujeres, una leve reverencia. O a las autoridades eclesiásticas, a las que se les besa el anillo.

Sobre quién debe iniciar el saludo, según edad, sexo, relevancia social... Esto está más en desuso, pero si tenéis curiosidad, no dudéis en preguntarme.

Pensaréis que me olvido de otras culturas, pero no es así. Cada país o cultura tiene sus formas de saludar. Si os interesa alguna en particular, hacédmelo saber y podemos dedicarle un post al tema.

Ahora, hagamos examen de conciencia. ¿Saludamos siempre? Os recuerdo que, cuando se hace examen de conciencia no debemos mentirnos a nosotros mismos...

Pues bien, os animo a ¡SALUDAR!

Y por supuesto, pero no menos importante, si decimos “Hola, buenas días” al llegar... Es recomendable decir “Hasta luego” cuando uno se va... ;o)

¡La semana que viene más! Se aceptan sugerencias si tenéis dudas con algún tema en especial.

¡Hasta luego!