El teléfono móvil II
¡Buenos días!
¿Cómo ha ido la semanita? Espero que todo bien!
La mía sin novedades… estupenda!
Hoy seguimos hablando del correcto uso del
teléfono móvil, nos quedan varias cosas que comentar…!
Una de ellas es recordaros que las conversaciones
son privadas, vamos, que intentéis no gritar… Cuantas veces estamos en una sala
de espera, en el tren o el autobús, en la peluquería,… y nos hemos enterado de
la conversación completa de alguien! Y sinceramente, puede que estemos
aburridos, pero nos interesa bien poco, así que no hagamos lo mismo. Debemos
ser respetuosos con el derecho de los demás a no ser participes de las
conversaciones telefónicas que tengamos (esto vale también para cuando tengamos
una conversación cara a cara con alguien y nuestro entusiasmo lo expresemos con
un tono más elevado… Repito! A los demás ni les interesa ni quieren enterarse…)
Además, a nuestro interlocutor igual le molesta que gritemos sus cosas a los
cuatro vientos. Habéis oído alguna vez eso de: “la discreción es una virtud”,
pues deberíamos aplicarla en todos los ámbitos, en más de una ocasión nos
ahorraremos un disgusto…!!
Si recibís vosotros la llamada, además del
“¿Si?, ¿dígame?” os recomiendo un buenos días/tardes/noches, comprobaréis que
vuestro interlocutor responderá igualmente y ayuda a comenzar la conversación
con un tono más cordial… Haced la prueba!
Cuando seáis vosotros quien llama, saludad,
identificaos y después, aunque reconozcáis la voz de vuestro interlocutor,
preguntad siempre por el, a no ser que tengáis confianza con esa persona…
Mientras dure la conversación telefónica, no
fuméis, no comáis, no mastiquéis chicle, no habléis paralelamente con nadie… Es
cierto que no nos ven, pero el ruido, las actitudes, se perciben!
Si una llamada se corta por algún motivo
(cobertura, pulsar la tecla de “colgar” sin querer,…) deberá volver a llamar el
que la inició, así evitamos esos minutos en que los dos están llamando y están
comunicando por que el uno esta intentando contactar con el otro y viceversa…
En el caso en que recibamos una llamada urgente
mientras estamos atendiendo otra y tengamos que cortar la primera, pediremos
disculpas y seremos nosotros los que volveremos a llamarlo, sea quien sea el
que haya iniciado la llamada.
La persona que recibe la llamada, debe
agradecerle al que la realiza al recepción de la misma al finalizar.
Por norma general, debe dar por finalizada la
llamada la persona que la comenzó, es decir, el que llamó, por lo que no
colgaremos el teléfono hasta que lo haya hecho él. Esta norma tiene una
excepción… Hay personas que llaman y no tienen otra cosa que hacer, por lo que
su llamada puede alargarse eternamente con temas, en ocasiones,
intrascendentes… En estos casos, les daremos alguna excusa apropiada
haciéndoles ver que no podemos continuar la conversación.
Creo que con estas pautas y las de la semana
pasada, tenemos bases suficientes para demostrar nuestra buena educación a
nuestros interlocutores.
La semana que viene cambiamos de tema… queréis
saber cuál? Pues atentos al próximo jueves!!
Ya sabéis que estoy a vuestra disposición para
resolver cualquier duda sea este u otro tema.
¡Hasta luego!
¡Disfrutad de la semana!
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